viernes, 3 de julio de 2009


Dejarme ir y cerrar así brevemente
mi destino.
¿Deshacerme entre sus dedos delicados para
deshacer la fuerza que me lleva
a mi con mi bala
a fundar lo incierto?
Fríos sus deditos acarician mi pie
Y este por si mismo
por su propia voluntad
decide
de una patada hace rodar a la finada
fuera de la rueda
al vacío
abajo
al que se desploma
como un saco de huesos.

Decide así mi pié por mí.
El es cosquilloso
yo tal vez
no.

No hay comentarios:

Publicar un comentario